Magnesio Marino
El magnesio marino es un nutriente de origen natural que beneficia el buen funcionamiento del organismo y que se obtiene a partir de la evaporación del agua de mar. Se encuentra asociado a diversas salas minerales inorgánicas como el sulfato, óxido, cloruro e hidróxido de magnesio. Y se puede combinar con sales orgánicas como el citrato de magnesio.
Algunos de los signos que puede tener el cuerpo para indicar que tiene deficiencia de este mineral son los párpados temblorosos, el cansancio, la falta de energía, el estrés, las alteraciones del sueño y los calambres.
Beneficios
El magnesio marino ayuda a regular el estrés, la fatiga, la irritabilidad y las alteraciones del sueño. Este nutriente contribuye a mantener las funciones psicológicas normales, a través de la producción de cortisol, la hormona vinculada al estrés.
Además, se dice que el magnesio favorece el bienestar y puede tener un efecto calmante porque participa en la producción de serotonina: la llamada hormona de la felicidad. El magnesio marino ayuda también a regular el sueño, pues mejora el insomnio y ayuda a reducir el tiempo que se tarda en conciliar el sueño.
Por último, este tipo de magnesio favorece una mejor contracción muscular, el buen mantenimiento del rendimiento físico, la reducción significativa de las agujetas y una mejora en la recuperación física después de la suplementación.
Efectos secundarios
El magnesio marino es la forma más rica de magnesio porque contiene todos los beneficios del mineral sin sus efectos secundarios.
Debido a que una sobredosis de este nutriente se expulsa por vía urinaria, está contraindicado consumir suplementos de magnesio si se padece de insuficiencia renal. Por otro lado, un posible efecto secundario de la toma de suplementos de magnesio es una bajada de la tensión arterial (hipotensión).
Dosis
En general, la dosis máxima de magnesio procedente de suplementos no debe exceder de 360 mg al día.