Isoleucina

La isoleucina hace parte de los aminoácidos esenciales ramificados junto con la valina y la leucina. Como no puede ser sintetizado por el organismo se debe incorporar diariamente a través de la alimentación. A pesar de que gran parte de estos aminoácidos son catabolizados en el hígado, estos se metabolizan inicialmente en el músculo esquelético. 

Podemos encontrar isoleucina sobre todo en proteínas de origen animal como la carne, el pescado, los huevos y los lácteos. También, aunque en menor medida, en cereales integrales (trigo, arroz, centeno, soja), judías, garbanzos y lentejas.    

La isoleucina ayuda a la producción de proteínas, a regular los niveles de azúcar en la sangre, a la formación de hemoglobina y a la reparación del tejido muscular. 

Beneficios

– Favorece la formación de hemoglobina y la coagulación de la sangre. Por eso, su deficiencia trae problemas de coagulación de heridas y en la recuperación de fracturas.

– Tiene la facultad de regular la glucosa en la sangre. Por eso, es fundamental para personas que sufren de diabetes, quienes tendrán un mayor control en la cantidad de insulina.

– Mejora el transporte del oxígeno y dióxido de carbono en la sangre, lo que ayuda a que se activen los mecanismos de producción de energía en nuestra sangre y que disminuyan los signos de cansancio y fatiga después de la actividad física.

– Favorece el ahorro de la glucosa, lo que se traduce en que esta se adhiere a nuestros tejidos musculares y ayude a dar energía a nuestras contracciones musculares.

– Es importante en la reparación y recuperación del músculo después de la actividad física. Además, ayuda a prevenir anomalías como la distrofia muscular.

– Reduce las molestias provocadas por sesiones de entrenamiento de alta exigencia y previene el descenso de los niveles de fuerza, manteniendo la salud en óptimas condiciones.

Los BCAA’s han demostrado mejorar la quema de grasa, lo que resulta en la pérdida de peso y la disminución del crecimiento del tejido graso. 

Dosis

Se estima entre 1 y 20g por día.  Por lo general, se recomienda entre 10 y 12 mg por kilo de peso corporal y se calcula un poco más para los deportistas.


Efectos secundarios 

Pueden causar náuseas, vómitos, diarrea, distensión abdominal y en casos más aislados dolor de cabeza, aumento de presión arterial y desmineralización ósea.

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