Aceite de Coco
El aceite de coco es un aceite vegetal que contiene ácidos grasos de cadena media, que incluyen ácido cáprico, ácido caprílico y ácido láurico (principal antibacteriano). Es lento para oxidarse y, por tanto, resistente al enranciamiento, con una duración de hasta seis meses a 24°C sin deteriorarse.
Es un aceite comestible extraído de la semilla de cocos maduros. Podemos encontrar este aceite refinado, blanqueado y desodorizado (usado en industria alimentaria) por otra parte, podemos hallarlo extra virgen, siendo este más recomendable en alimentación por su alto contenido en nutricional. La característica del aceite de coco extra virgen es que este debe ser obtenido de la prensa en frío de la pulpa del coco por procesos mecánicos, conservando así todas sus propiedades. Básicamente lo único que se le hace al aceite de coco virgen es filtrarlo para evitar los trozos de pulpa.
Beneficios
Las personas comúnmente usan aceite de coco para el eccema y el crecimiento en bebés prematuros. También se usa para la psoriasis, la obesidad, el cáncer de mama, las enfermedades cardíacas, entre otras, además posee otros beneficios como los siguientes:
- Fortalece el sistema inmune además de ser antibacteriano
- Mantienen unos niveles sanos de colesterol.
- Favorece la circulación y la digestión intestinal.
- Aumenta la sensación de saciedad disminuyendo el consumo de alimentos entre comidas.
- Contribuye a quemar la grasa abdominal.
- Tiene propiedades antiinflamatorias
Dosis
Por lo general, está recomendado la ingestión de 2 a 4 cápsulas de 1 g o 1000 mg al día, que deben tomarse antes de las principales comidas, con agua.
Como todas las grasas saturadas, debe consumirse con moderación. No se recomienda el consumo de este como suplemento alimenticio durante el embarazo y la lactancia.