Boro
El boro es un elemento químico que está presente en el medio ambiente. De hecho, las plantas lo absorben en su crecimiento y el ser humano lo consume a través de la alimentación. Es un mineral necesario para el cuerpo humano, especialmente para mantener huesos y articulaciones fuertes. Puede encontrarse en diferentes formas como por ejemplo borato de sodio, quelato de boro o tetraborato de sodio decahidratado.
Este mineral es antibacteriano, antiséptico, fungicida, tiene propiedades limpiadoras y es un poderoso antiinflamatorio. Se encuentra especialmente en frutas secas como las ciruelas y albaricoques, también en la soja, nueces, vino y cerveza.
Beneficios
– El boro es esencial para el metabolismo de minerales como el calcio, cobre, magnesio y fósforo. Todos ellos importantes para una correcta salud de los huesos y articulaciones.
– Tiene la capacidad de aumentar los niveles de testosterona y mejorar la ganancia de masa muscular en hombres. El boro interviene en el metabolismo de las hormonas esteroideas y afecta los niveles de estrógenos o testosterona.
– Ayuda a mantener la salud articular y ósea, favoreciendo la absorción y utilización del calcio y el magnesio. Su consumo resulta útil en el tratamiento de la osteoporosis, la artritis y roturas óseas por déficit de calcio, porque ayuda a reducir el dolor y la inflamación asociados a estas condiciones.
– Es efectivo para tratar infecciones bacterianas, especialmente en los ojos y úlceras en la boca.
– En mujeres post-menopáusicas incrementa los niveles de estrógenos y testosterona, reduciendo las molestias vaginales. Además, puede aliviar los cólicos y las molestias asociadas al SPM.
– Favorece la salud de la piel. El boro se ha utilizado como base de productos cosméticos que contribuyen a exfoliar la piel del rostro y eliminan la grasa y las bacterias que causan problemas cutáneos como el acné.
Dosis
El consumo medio ronda los 1-2 mg/día en personas adultas y la ingesta diaria de 1-3 mg se considera beneficiosa. Para disminuir el riesgo de osteoporosis, los profesionales sanitarios recomiendan de 5 a 59 mg/día.
Efectos secundarios
Si se consumen cantidades muy elevadas de boro, pueden aparecer síntomas indeseados como náuseas, vómitos y diarrea. No se recomienda su consumo en mujeres embarazadas o lactantes sin la supervisión de un profesional. Tampoco en personas con cáncer o problemas renales.