Ácido Aspártico
El Ácido D-Aspártico (DAA) es un aminoácido no esencial. Es decir, nuestro cuerpo es capaz de sintetizarlo por sí mismo, pero en las cantidades justas para realizar sus funciones básicas. Cuando entrenamos tenemos un mayor desgaste; por eso, si queremos aprovecharnos de sus beneficios, debemos ingerirlo en forma de suplemento.
El ácido aspártico se puede encontrar como ácido L-aspártico o ácido D-aspártico. El primero se produce en la naturaleza y a nivel orgánico, y se utiliza para formar proteínas. El segundo, se usa en la producción y liberación de testosterona en el cuerpo. Se ha demostrado que aumentar la cantidad de este aminoácido en lugares clave como el hipotálamo, la glándula pituitaria y los testículos, mejora la producción de testosterona.
Las fuentes vegetales de ácido aspártico incluyen el aguacate, los espárragos, la soja, las legumbres y la melaza; y las fuentes animales las carnes blancas y rojas, aves, pescado, huevos y lácteos.
Beneficios
El ácido aspártico es ideal para los deportistas porque estimula el metabolismo y ayuda a que se produzca un mayor consumo de calorías en reposo. A la hora de los entrenamientos, reduce la fatiga y mejora el rendimiento deportivo. Además, es parte del proceso de transformación de la glucosa en energía, evitando que se quede en nuestro organismo en forma de grasa.
Este aminoácido funciona como un potente desintoxicante de la sangre, porque ayuda a expulsar sustancias como el amoníaco. Además, forma parte del mantenimiento del sistema nervioso central, y también funciona como neurotransmisor. Por último, favorece la circulación sanguínea y la absorción de minerales como el potasio, el magnesio o el zinc.
Dosis
Se recomienda tomar entre 2 y 3 gramos diarios de ácido aspártico durante un máximo de 12 días consecutivos. Después de este período se debe parar su consumo durante una semana, para que el cuerpo regule de manera natural los niveles de testosterona antes de comenzar de nuevo el ciclo.
Contraindicaciones
No se recomienda el consumo para personas que padezcan problemas de hígado o riñón, mujeres embarazadas, casos de epilepsia, lesiones cerebrales isquémicas o Alzheimer.