Vitamina C
La vitamina C (ácido ascórbico) es un nutriente que el cuerpo necesita para formar vasos sanguíneos, cartílagos, músculos y colágeno en los huesos. La vitamina C también es vital para el proceso de curación del cuerpo.
La vitamina C es un antioxidante que protege las células contra los efectos del humo del tabaco y la radiación solar, rayos X u otras fuentes que causan enfermedades cardíacas, cáncer entre otras. La vitamina C también ayuda al cuerpo a absorber y almacenar el hierro.
Debido a que nuestro cuerpo no produce vitamina C, es necesario tener una dieta acplia con alimentos como; cítricos, papas, tomates, pimientos, el repollo, las coles de Bruselas, el brócoli y las espinacas, etc. La vitamina C también está disponible como suplemento alimenticio en forma oral, de cápsulas y de tabletas masticables.
Tener deficiencia de vitamina C puede resultar grave ya que provoca una enfermedad llamada escorbuto, que causa anemia, sangrado de encías, hematomas y mala cicatrización de las heridas.
Dosis
La cantidad diaria recomendada de vitamina C es de 90 miligramos para hombres adultos y 75 miligramos para mujeres adultas.
Seguridad y efectos secundarios
La vitamina C en dosis adecuadas generalmente genera efectos sanos y seguros. Superar la dosis puede causar efectos secundarios perjudiciales, entre ellos:
- Náusea, vómito y diarrea.
- Acidez y malestar estomacal.
- Hinchazón o cólicos estomacales.
- Fatiga, o a veces insomnio.
- Dolor de cabeza.
- Enrojecimiento cutaneo.